domingo, 14 de octubre de 2018

La desinformación de los medios. El asesino de Ecatepec.

En estos tiempos en México todos morimos de hambre, aparentemente los dueños de medios informativos también, por eso están recurriendo a estrategias como las siguientes:

  • Aprovechar un caso policiaco para venderlo todos los días con artimañas morbosas, explotándolo lo más que se pueda, no importando si en el camino hacen apología del delito, si ponen en riesgo la  impartición de la justicia o si revictimizan.
  • Dar una noticia con un titular falso que llame mucho la atención para que los lectores finalmente compren su producto. La consecuencia es que mucha gente se quedará solamente con el título, y se va con una noticia falsa. Opino que esto también es  mentir.
Hablemos del caso del asesino serial de Ecatepec (si no lo conocen vayan primero a las noticias por favor), no lo voy a llamar como los otros medios porque no estoy de acuerdo en entrar al juego de hacer célebre a un sujeto que no merece ser recordado por nadie, sino que desde mi punto de vista es un desecho de la sociedad. 

Los medios han estado sacando jugo de estos lamentables sucesos, llegándo incluso a filtrar una declaración de él que no tendría que ser pública pues esto entorpecería el proceso legal en su contra.

El nuevo sistema penal acusatorio parece estar para defender los derechos humanos de los delincuentes y su calidad de vida, por encima de los derechos las víctimas y el interés general de la sociedad. 

El asesino de Ecatepec está confeso, fue detenido estando en posesión de restos humanos, y parecería lógico que con estos elementos debería ser inmediatamente condenado a cadena perpetua, y eso nadamás porque en México no existe la pena de muerte, pero si existiera, tendría que ser  ésa forzosamente la condena.

Con la genial cobertura de algunos medios (y estoy hablando sarcásticamente), hay otros individuos allí afuera que están siendo alentados para volverse célebres como él y como otros asesinos como "El caníbal de la Guerrero" (que también deseaba ser famoso y por lo cual trató de imitar al personaje  de ficción Hannibal Lecter).
Otro medio de desinformación son las redes sociales. En donde todos somos libres de expresar nuestra opinión, y lo hacemos, muchas veces de manera totalmente irresponsable y desinformada. Hay al menos tres perspectivas desde las que se debe analizar este caso, y que no cualquier persona puede hacer contribuciones coherentes ni valiosas a éstos análisis y se los voy a mencionar a continuación.

La perspectiva social. 


Es probable que aquí es donde caben todas las opiniones de nosotros que no somos psiquiatras, abogados o médicos. Tiene que ver con el impacto que causa un fenómeno como este en la sociedad, comenzando a analizar desde la comunidad de vecinos, de cómo lo que ha sucedido ha afectado la manera en que se sienten y conviven en ese lugar. Y después cómo trasciende este fenómeno al resto de la sociedad.

Yo pienso que en las redes sociales podemos percibir rasgos psicópatas de la sociedad actual, cuando vemos que se empiezan a compartir memes que revictimizan y que justifican la conducta del asesino en serie. Como si las víctimas hubieran sido simplemente personajes de una película donde necesariamente habría víctimas, y que por lo tanto sólo son personajes secundarios, como si no hubieran sido personas reales con espectativas de vida, con hijos, con familia y amigos. No sé si la gente en general percibe estos hechos justamente como si hubiera ido a ver una película al cine, o como si hubieran sido parte de una serie de Netflix.

El asesino de Ecatepec disfrutaba de visitar en internet sitios de trata de personas y foros anti feminicidio, es probable que otros como él también estén allí ante la vista de todos. Se los dejo de tarea.

La perspectiva clínica. 


El asesino de Ecatepec sería obviamente un objeto de estudio idóneo para psiquiatras, neurólogos y psicólogos. Sin embargo éstas discusiones a nivel académico y científico no deberían darse en medios  públicos, sino estrictamente en medios académicos. El antiprofesionalismo de hacerlas públicas reside en el hecho de que quien no tiene la formación académica que se requiere, terminará interpretando incorrectamente la información que aquí se genere, simplemente por falta de elementos para procesarla.  Para los simples mortales (o sea quienes no tiene formación médica, psicológica o psiquiátrica) recomiendo el libro de Robert D. Hare que se titula "Sin conciencia", para que sepan cómo se define la psicopatía y aprendan a distinguirla de otros perfiles. Pero les adelanto que la psicopatía es una discapacidad que no tiene ninguna esperanza de rehabilitación actualmente. Desde mi particular punto de vista, "El Caníbal de la Guerrero" no tenía este perfil, pero el de Ecatepec, parece tenerlo y su pareja también.

La perspectiva legal. 


Tiene que ver no sólo con lo que nosotros consideramos que es la pena justa para este sujeto, sino más bien con el contexto real legal de este país, y los posibles escenarios que se pueden presentar en este caso. Y claro que aquí sería útil el análisis de cuál es el propósito del código penal, porque aparentemente la impartición de justicia (hablando de manera técnica) en este país está lejos de lo que en espíritu es de verdad una impartición de justicia en el sentido más amplio de la palabra. Mi recomendación para todos los que no estudiamos derecho es enterarse mínimamente de cómo funciona el nuevo sistema penal acusatorio. Digo, si vamos a dar nuestra valiosísima (sarcástica de nuevo, perdonen) opinión en redes sociales, hay que enterarse de cómo funciona la ley en este país.

Por cierto, en México y en todo el mundo se trata a un psicópata igual que a otros tipos de delincuentes y esto no debería ser así.

Al final, expertos en las tres materias deberían actualizarse entre si de las conclusiones de cada perspectiva.  

Y a nosotros que no somos doctos en ninguna de las tres materias, nos queda la tarea de ser responsables en cuanto a lo que comentamos y compartimos. No sea que estemos contribuyendo a la psicopatía de la sociedad, no sea que estemos cavando nuestra propia tumba al exaltar en los medios a personajes que son opositores a la vida y a la libertad. Nótese claramente que me incluyo en este grupo.

La desinformación.



Al final, la desinformación consiste en que las redes funcionan como válvulas de escape, nos quedamos con la sensación de que al postear nuestras opiniones estamos haciendo parte de la justicia que necesitamos para vivir tranquilos con nosotros mismos, y la verdad no estamos ni cerca. El que creamos que este sujeto merece la pena de muerte, no quiere decir que sea una opción real en este país. El que creamos que por estar confeso cumplirá la condena máxima correspondiente, tampoco lo hará realidad. Y el que un gobierno corrupto aproveche para fincarle más muertes que las que debe también es un riesgo, ya que Ecatepec es uno de los lugares con índice más alto de asesinatos, y en particular asesinatos de mujeres y al frente está el gobierno corrupto del Estado de México. Y aquellos que creen que los antecedentes de violencia (si es que fueran reales) que vivió el asesino son atenuantes, están muy equivocados.

Y si para colmo, la ley la modifican cada día diputados y senadores que no tienen absolutamente ninguna formación académica, conciencia social o vocación de servicio, y que admiten en sus filas a psicópatas como César Duarte, la verdad nos orillan a hacer justicia por nuestra propia mano. 


Como siempre, les comparto algunos links 

Mi post es una invitación a los profesionales involucrados a hacer un trabajo verdaderamente profesional, estructurado e interdisciplinario. Y a la gente en general a ser consciente de la trascendencia de su interacción en redes sociales. Es breve porque no es una tesis ni un ensayo, sino un post, amable de leerse, y que motiva a la reflexión.  Si crees que mi post hace una buena contribución, no dudes en compartirlo!