Hoy, 19 de septiembre, conmemoramos dos sismos en México que nos cambiaron la vida, el de 1985 y también el de 2017, quien diría que después de casi 30 años volvería a temblar tan fuerte el mismo día! Si ustedes estaban en México en las zonas que se sintió este sismo, es un día que seguramente no olvidan.
Recuerden que el 7 de septiembre anterior a aquel día hubo un sismo también muy fuerte como a la medianoche, desde entonces ya estábamos bastante sensibles a la alerta sísmica. Yo lo viví desde la Ciudad de México. Esa mañana antes de entrar a dar mi clase en la Facultad de Ingeniería, hubo simulacro y me llamaron para decirme que mis gatitos se asustaron mucho con la alarma sísmica, yo trataba de tranquilizarlos por teléfono. Si, soy la loca de los gatos. Después de dar mi clase me metí al baño de profesores pues estaba toda llena de tinta de plumón, y no acababa de acomodar mis cosas para lavarme las manos, cuando sentí que el edificio comenzó a brincar, y por segunda vez en ese día la alarma sísmica! Así que como rayo tomé mis cosas y salí de allí, sin embargo no pude llegar muy lejos porque el edificio se comenzó a mover de tal forma que muchas personas solo nos quedamos pegados a una pared frente a él. Usualmente en Ciudad Universitaria los temblores casi no se sienten, pero éste marcó totalmente la diferencia. Cuando el sismo terminó supuse que la salida de CU se volvería caótica y me fui corriendo. En efecto, días después me dijeron que la gente tardó 2 horas en poder salir de Ciudad Universitaria. Alcancé un transporte que me avanzó un par de kilómetros hacia mi casa, luego seguí corriendo hasta llegar a mi edificio, tenía mucho miedo pues es un edificio viejo, pero afortunadamente resistió, no así, todos los libreros y roperos que estaban en el piso rotos. Encontré a mis cuatro gatitos sumamente asustados, los metimos pronto en su transportadora y los sacamos de allí en bicicleta junto con las cosas más importantes. Tuvimos miedo de alguna réplica. La mayoría de mis vecinos del edificio hizo lo mismo, evacuar temporalmente.
Sobre calzada de Tlalpan venían muchas personas caminando, todos tratando de llegar a su casa, el tráfico estaba totalmente detenido, así que mucha gente optó por caminar sin saber que les tomaría hasta 8 horas para llegar a sus casa. En ese momento aún no nos enterábamos de los daños causados, ni de la gente atrapada, pero ya lo sospechábamos. Los siguientes días la gente estaba en las calles tratando de ayudar, realizando acopios, levantando escombros, capacitándose para la ayuda. Nos dimos cuenta de lo fuertes y solidarios que podemos ser como comunidad, lamentablemente también hubo quien se aprovechó de las donaciones que no sólo fueron por parte de mexicanos, sino de gente y gobiernos de otros países. Pese a tanta ayuda, muchos de los damnificados no la han recibido, eso nos dice que debemos crear protocolos para canalizar y transparentar la actuación de funcionarios públicos en el manejo de las donaciones. Si ustedes estaban en México cuéntenme cómo les fue. Les comparto imágenes personales de aquél día. También me tocó vivir el sismo del 85 que fue una tragedia muy grande para la Ciudad de México, pero de ese temblor solo conservo la memoria, en aquel tiempo yo era una niña y acababa de mudarme del último piso de un edificio, así que no lo viví tan dramático.
Actualmente tanto mis gatos como yo tenemos mucho miedo de la alerta sísmica.
Por cierto, la UNAM digitalizó el sonido del sismo de 2017!
http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2018_600.html
http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2018_600.html